viernes, 9 de marzo de 2007

PUEDO ESTAR HORAS Y HORAS VIENDO DISCOS

Carlos Zerpa



Recuerdo mis primeros discos de vinilo allá en los 60s… “Aftermath” de los Rolling Stones fue uno de los primero que me compré cuando era muy joven… Bueno, en aquella época, a mediados de los años 60 acostumbraba a tener una alcancía en forma de “cochinito”, que llenaba de monedas. Poco a poco el cerdito engordaba y cuando llegaba el mes de diciembre, yo lo abría por debajo y sacaba el dinero, las monedas entonces eran de PLATA y en verdad valían. Gracias a esas alcancías pude desde niño y con mis ahorros comprar mis primeros discos, que lógicamente mi padre jamás me iba a comprar.

Era un verdadero placer meterme en una tienda de discos y pasarme horas viendo carátulas y escogiendo los discos que me iba a llevar.

Grupos mexicanos como: Los Hooligans (Agujetas de Color de Rosa), Los Teen Tops (La Plaga) y César Costa (Besos por Teléfono), fueron los primeros; luego este “Aftermath” de las majestades satánicas con una pieza que aun hoy en día me sigue enamorando “Going Home” que dura 11 minutos, una canción larguiiiisiiiimaaaaaaaaaaaaaaa para ese entonces. Luego compré “Flowers” también de los Stones y “Hums” de The Lovin Spoonful; también compré de Los Monkees, de Donovan, de Paul Revere & The Raiders, de The Mamas & The Papas, el de Roger the Engeneer, de The Yardbirds y el “Revolver” de Los Beatles… Compré discos de los grupos de rock Venezolanos: Los 007, Los Impala, Los Darts, Los Supersónicos y Las 4 monedas… También a Jimi Hendrix con su Foxy Lady, la banda sonora del film “Wild in the Street” con su estupenda pieza “Shape of Thing to Come” y así de COÑAZO ¡¡¡¡ZASSSS!!!!, para sacudir mi vida, mi cerebro y mi espíritu a FRANK ZAPPA y las Madres de la Invención, con sus discos "The **** of the Mothers" y en "We´re Only in it for the Money". De allí en adelante y hasta el día de hoy, (en que ya no existen las monedas de plata), mucha agua ha pasado debajo del puente y mi colección de discos, (ahora también en CDs) crece, crece y crece.

Es que de verdad, puedo estar horas y horas viendo y comprando discos.

Recuerdo hace unos meses, cuando llegué a Tijuana, Baja California en México, ciudad que limita al norte con San Diego y fui a una tienda en la calle Revolución que vende discos de vinilo y CD usados y me puse a revisar y revisar... Como ya les dije antes, puedo estar horas y horas… Hasta días enteros sin parar viendo discos, en verdad eso me encanta.

De pronto entre cientos de álbumes, encontré dentro de una funda plástica, el disco del Sgt. Peppers de los Beatles, nuevecito y con su carátula en perfecto estado y adentro los “cut out” que diseñó el artista ingles Peter Blake.

El “Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band”, es considerado hoy en día, no sólo como el trabajo de mayor importancia realizado por los Beatles, sino como uno de los mejores disco de Rock de todos los tiempos, un digno ejemplo de la cultura psicodélica de finales de los sesenta: cabellos muy largos, barbas, gurús, collares de colores, flores, paz, amor, inciensos, LSD, caleidoscopios, marihuana, revolución y psicodelia… Además el Sgt. Pepper fue uno de los primeros discos plegables y de hecho fue el primero en reproducir los textos, las letras, las líricas de las canciones en la contraportada.

Incluyó además, un juego de recortables de cartón, un bigote, galones de sargento, dos insignias, una tarjeta y un recortable de sobremesa con los Beatles como banda del Sgt. Pepper.

Supe que en 1991 las revistas Rolling Stone y Mojo realizaron números especiales para resaltar “las 100 mejores portadas de discos del mundo”; un jurado investigador formado por ciento cincuenta diseñadores visuales, fotógrafos, art. directors, creativos y críticos, seleccionó esas 100 carátulas y eligió entre ellas como la más importante, como la mejor portada de todos los tiempos a la del “Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band”, creada por el artista pop inglés Peter Blake… Lo más curioso es que en los 150 listados, como si se hubiesen puesto de acuerdo, todos los encuestados habían escrito de primero en las listas el nombre de este álbum, el mismo que tenía aquí entre mis manos y el cual miraba atónito, con un precio marcado de 50... Cincuenta dólares me dije, no es costoso, pero 50 dólares por un disco de vinilo son 50 dólares, aunque sé que este disco es una joyita y una pieza difícil de colección… Así que lo llevé a la caja para pagarlo, junto con dos CD usados de Frank Zappa que yo si tenía en vinilo pero no en CD... (“Crusing with Ruben and the jeans” y “Sheik Yerbuti”).

Al pagarle al punk de la registradora, me dijo que eran en total 150 pesos por todo, o sean quince dólares, lo que quería decir que el disco del Sargento Pimienta NO costaba 50 dólares como yo pensaba si no tan solo 5 dólares, corrí entonces a buscar otro vinilo que había visto, el del “Magical Mistery Tour”, que tenía aún adentro el folleto de varias paginas con fotos a todo color de los cuatro de Liverpool y lo compré también a 5 dólares...

¡Qué maravilla!, dos más del ZAPPA y dos de estas reliquias de arqueología contemporánea. ¡¡¡¡¡¡¡Guauuuu!!!!!!! Dios existe sin dudas.

Sabiendo que ese era un gran día, salí de la tienda cantando a grito herido y lleno de júbilo.


Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band,
Sit back and let the evening go
Sgt. Pepper's lonely,
Sgt. Pepper's lonely,
Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band…


3 comentarios:

La Gata Insomne dijo...

ZZAULO!!!!
si por ti fuera, todos los negocios de los Chag serían de música. Compartimos gustos en nuestros ya lejanos 60, y creo que todavía.
Los ataques que te dan a ti con un vinilo viejo, se parecen a los que siento por algunos libros

Me hiciste repasar parte de mi pubertad, la musical

Anónimo dijo...

Esos discos valen una fortuna, sé que no los vas a vender porque eres un maldito fetichista, vi en una exposición tuya en Valencia como pusiste cientos de carátulas de discos de rocanrol de los años sesenta en una pared, la mayoría eran de Frank Zappa y los Betales.
Eres igual que el Echeto, por eso son ustedes tan amigos.

Maria Dolores Pradera

Maria D. Torres dijo...

Alguien me robó el nombre para firmar, menos mal que no me demolió las torres.
Sé lo que sentías en las tiendas de vinyl, Zerpa. Yo, cuando iba a NY todos los años (cuando era rica y no lo sabía), pasaba todas las tardes metida en tiendas de discos. Todo el dinero que llevaba lo gastaba allí. Luego regresaba a Caracas cargando con por lo menos 30 discos nuevos. Era una delicia. De burra los regalé en una de mis tantas mudanzas. Ahora me arrepiento.
Nota aparte: la primera vez que pusieron en una estación de radio en Caracas, Radio Capital, el LP de Another Brick in the Wall, fue con el que traje de NY. Aquí aún no había llegado. Me sentaba con una amigo disk jockey muchos viernes en la noche, dentro de la cabina, y le llevaba discos nuevos que él ponía en la radio.