viernes, 9 de marzo de 2007

RAZONES POR LAS CUALES YO NO DEBO PARTICIPAR EN ESTE NÚMERO O, ¿QUÉ VA SABER BURRO DE CHICLE?

Enrique Enriquez



- Yo soy el Aushtwitz de las melodías. Melodía que llegue a mis oídos cae muerta, fulminada por una barrera de desinterés que electrifica mis tímpanos.

- La música no ocupa ningún lugar en mi vida, en lo absoluto. (En serio, se los juro).

- ¿Cuántos de ustedes pueden decir, como yo, que no son dueños de un sólo disco? (Chúpense esa mandarina).

- Me encantaría tener un Ipod, porque el aparatico me parece una belleza. Me compraré uno el día que, en vez de música, esa gente sepa cómo meterle dentro algo útil. Por ejemplo: embutidos.

- No sé nada de música. La primera vez que vi cantar a John Secada, en televisión, pensé "pobrecito este negrito esmirriadito y sin voz." Al día siguiente el miserable se ganó el Grammy.

- No tengo CD player, no escucho nada para trabajar ni para vivir, y cada vez que Vanessa pone un disco, me pregunto por qué se empeñará en echar a perder el silencio tan bueno que había.

- Sin embargo, no me pierdo American Idol, y eso, precisamente, porque ese programa no tiene nada que ver con canto.

- No es que deteste la música. Simplemente me da igual. Si acaso, detesto el Hip Hop y el reaggaeton; y eso porque, con el Hip Hop, los negros lograron transformarse en todo lo que odiaban; y con el reaggaetón, los puertorriqueños lograron transformarse en negros. Desde que entré en IA (Irónicos Anónimos) no le encuentro la gracia a esos sentidos de la vida.

- No me gusta la idea de que dios sea un anciano en bata que vive en el cielo. Me oprime la visión horrenda del cielo convertido en un escroto infinito y peludo, que al anochecer nos muestra lunares intermitentes. (Perdón. Eso no tiene nada que ver con música, pero sentí que debía decirlo. Uno nunca sabe si los Chang organizarán alguna vez un confesionario).

- Siempre sospeché que Sandro y Raphaela Carrá eran la misma persona.

- Siempre vi el hecho de que la hija de Porfi Jiménez dirigiese las páginas culturales de uno de los periódicos más prestigiosos de Venezuela, como una comprobación de las teorías darwinianas.

- Si me llevan a un concierto, los prefiero de música de cámara, por el perfil de la audiencia. Así, me entretengo tratando de descubrir quién tiene bisoñé, hasta que el concierto acaba.

- La única ópera que he visto es la de los hermanos Marx.

- Sin embargo, considero que la ópera es una cosa extraordinaria. Por eso no voy a verla, no sea que cambie de opinión.

Todas estas razones me permiten afirmar que yo no debería estar participando en este negocio. Sin embargo aquí estoy, y como esta es una discotienda, cierro mi inventario desencajado con un cuento:

Hace un par de años estaba yo en la esquina de la sexta Avenida y calle 37, cuando vi a un taxista y a un cliente discutiendo airadamente. Eso, por supuesto, no tiene nada de extraordinario, excepto por el hecho de que en este caso, el cliente se quejaba porque no le querían cobrar, y el taxista insistía en que no aceptaría un céntimo del cliente, que resultó ser Paul McCartney. Paul McCartney le extendía al taxista unos billetes desde el asiento trasero del taxi, y el taxista decía que él no agarraba esos reales. Aquello duró unos diez minutos, hasta que el taxista zanjó la discusión diciéndole a McCartney: "Yo jamás le cobraría a usted, que ha hecho tanto por el mundo."

Y una canción:

Sebun, Sebun, Sebun, Sebun
Sebun! Sebun! Sebun!
Sebun! Sebun! Sebun!
Haruka na hoshi ga furusato da
Urutora Sebun, faitaa Sebun
Urutora Sebun, Sebun, Sebun
Susume, ginga no hate made mo
Urutora Ai de supaaku!
Sebun! Sebun! Sebun!
Sebun! Sebun! Sebun!
Moroboshi Dan no na wo karite
Urutora Sebun, hiiroo Sebun
Urutora Sebun, Sebun, Sebun
Taose, hi wo haku daikaijuu
Urutora Biimu de sutoraiku!

(El que no sepa japonés que tararee)

Abrazos


http://blog.myspace.com/enriqueenriquez

7 comentarios:

La Gata Insomne dijo...

Mira que me he reido en algunos post, pero en este si es verdad que me salieron carcajadas. Lo de la confusión de la Carrá, lo de Secada, lo de lo que produjeron el hip hop y el reaggaeton en sus creadores, lo de darwin!!!
y lo mejor lo de dios, al mejor estilo de Bolaño!!!
no sabrás de música pero eres un geniaal observador y mejor narrador

Anónimo dijo...

Enrique:
Dicen que la ignorancia es feliz, que a veces ofende, pero que te puede hacer llegar lejísimos. Yo creo que tu ignorancia musical te hace llegar a conclusiones más que pertienentes que desconocen muchos que juran saber de música:

Raphaella y Sandro sí son la misma persona (y cuidado si son Camilo Sesto también).

John Secaga (en su madre) sí es un negrito esmirriado que aunque se gane todos los grammys del mundo debería pagarle a todos y cada uno de los taxistas de Nueva York 100$ de multa por todo el daño que le ha hecho al mundo.

Lo del hip hop, lo del reggaeton y lo de Dios son verdades absolutas, axiomas tan válidos como "una recta es la línea que une dos puntos". Deberían darlo en bachillerato.

carloszerpa dijo...

BIEN ENRIQUE
DE VERDAD ME HA GUSTADO MUCHIIIISIIIIMOOO TU TEXTO
UN ABRAZO HERMANO

Lena yau dijo...

JAJAJA!

Qué bueno, Enrique!

Lo del hip-hop y el reggaeton me ha matao!
Lo del dios en bata ni te cuento!
jajaja!

mil abrazos!

Anónimo dijo...

¡Gracias a usted por su cuento! Al leer lo de la música de cámara y el bisoñé, me ha dado una idea para la próxima vez que asista a un concierto.

Desde La Barra dijo...

q belleza ser el auschwitz de la música...jajajajaja...y el cuento de McCartney, sé que harían llorar al pollo y al chino. Salud!

Anónimo dijo...

Ultra seven!!!q hermoso recuerdo!!!